En esta época en que las enfermedades nos acechan, poder contar con ayuda extra para eliminar bacterias y alérgenos se agradece, por lo que te compartimos algunos consejos de los expertos de Bosch para que puedas higienizar lo más posible tu loza.

Batalla contra enfermedades sumando a tu equipo este electrodoméstico, ya que estas semanas son críticas, aumenta la contaminación y las consultas por enfermedades de invierno, ligadas a problemas respiratorios relacionados al frío, humedad, cambios de temperatura, contaminación, virus y bacterias que aumentan en esta época. Querer mantener a los nuestros lo más protegido posible para ahuyentar enfermedades, es una lucha diaria que no siempre ganamos.

Bosch te ayuda y, gracias a las altas temperaturas a la que alcanza el agua de sus lavavajillas, en algunos de sus programas, es posible sanitizar la loza, tanto para no adquirir enfermedades, como para aquellos que son alérgicos o papás que requieren de la desinfección constante de los elementos de sus bebés. Todos los programas en que la temperatura del agua es sobre los 65 grados, se asegura la sanitización de la loza.

Los lavavajillas Bosch en ciclos intensos o con la función Higiene e HigienePlus elevan la temperatura del agua durante el enjuague a 70º grados, por 10 minutos aproximadamente, matando en un 99,9% gérmenes y bacterias causantes de enfermedades.

A esto, y para elevar el rendimiento, debes sumar un buen mantenimiento, haciendo cada uno o dos meses, una Limpieza de cuba con el programa que así lo indica o poniendo limpiador líquido para eliminar la grasa o restos que este tenga, en un lavado sin carga.

Cada cuatro a seis meses, usa un limpiador en polvo para que elimine la grasa más difícil, como lo es el almidón o aquellos residuos con proteínas. Una vez al año descalcifica el lavavajillas para eliminar todo lo que se haya juntado y que pueda dañar tu electrodoméstico.

La cal atrae bacterias y la aman mientras más dura se encuentre, por lo que es de mucha importancia este paso de la descalcificación. Mantén la sal de tu lavavajillas que regula la dureza del agua y controla la dosificación indicada de detergente y su calidad.

Siguiendo estos consejos, aportarás a la salud de los que más quieres. Ahora, ¡manos a la obra!