En el mes de la lucha contra el cáncer de mama: cómo la mente puede ayudar al cuerpo
No discrimina edad, raza ni condición social. Las estadísticas de cáncer de mama son tan preocupantes que el 16% de todos los cánceres diagnosticados en mujeres en el mundo pertenecen a este tipo. En Chile esa cifra aumenta a 20,9%. Los científicos siguen avanzando en la lucha contra la enfermedad. Mientras, alternativas más alejadas de la medicina tradicional van cobrando cada vez más importancia. Mantener una actitud positiva, rodearse de amor y de personas en quién confiar, son algunas de ellas.
Sabemos del poder de nuestra mente y de cómo utilizando las herramientas adecuadas para manejar nuestros pensamientos, podemos ayudar a sanar nuestro cuerpo. Un adecuado tratamiento psicológico, con ejercicios de relajación o meditación, por ejemplo, puede contribuir a los pacientes a sobrellevar eficazmente los complejos efectos de la quimioterapia, de una mastectomía o del diagnóstico mismo, entre ellos depresión, ansiedad y cambios de ánimo. Todavía más, algunos estudios aseguran que aliviar el estrés que conlleva la enfermedad incluso puede reforzar el sistema inmunológico, permitiendo una más rápida recuperación o la prolongación del tiempo de vida estimado en los casos más avanzados.
Para estos efectos, las personas que forman parte del círculo más cercano al paciente son vitales, tanto en la compañía como en el respeto a los estados de ánimo por los que atraviesan quienes padecen esta enfermedad ¿Cómo lograr entonces ser un real aporte en sus vidas? No siempre es tan fácil, y es por eso que se recomienda que no solo el equipo médico, sino también la familia del paciente esté preparada para ello. Los especialistas en el área aconsejan:
● No negar su condición: Si bien no hay que ser pesimista ni caer en mensajes catastróficos, es importante reconocer la situación por la que está pasando y la importancia que tiene y tendrá en su vida.
● Reforzar la autoestima: Ayudando a la persona a mantenerse activa con actividades como yoga, andar en bicicleta o realizando algún pasatiempo de su gusto. Esto permitirá reducir su estrés y le reportará un gran bienestar y amor propio. Si permites que te apoye en algo en que se sienta capaz y útil, también contribuirá mucho a su sensación de valía.
● Acompañarla en el proceso: Un abrazo, una caricia y hasta el derramar una que otra lágrima juntos son un gran apoyo, así como también el buscar activamente soluciones concretas a los problemas que puedan presentarse en el camino.
● Preguntar de qué forma puedes apoyar: Todos reaccionamos de manera diferente ante situaciones difíciles, más aún ante enfermedades como esta. Por eso, antes de juzgar o caer en suposiciones que puedan empeorar su estado anímico, es mejor sincerarse y hablar abiertamente del tema.
La empatía del entorno más cercano es quizás uno de los conceptos que mayor significado tiene al momento de apoyar anímicamente a quienes luchan contra esta enfermedad. Una fuerza sanadora con la actitud positiva correcta, es fundamental para sumar mejores resultados al tratamiento médico.